Se ubican cerca de los trópicos o en las zonas templadas del planeta. Las regiones secas del mundo abarcan alrededor de 42 millones de Km 2, un 30% de la superficie terrestre. Como ya explicamos, se forman en zonas de alta presión, donde bajan los vientos secos, o bien, en zonas templadas donde las barreras montañosas o la gran distancia al mar impiden la llegada de masas de aire húmedo. Ningún otro grupo climático ocupa un área de tierra tan grande. Dentro de estas regiones con déficit de agua se reconocen dos tipos climáticos: el desierto (clima muy seco) y la estepa (clima seco). En el mapa de climas observa que el desértico está rodeado por el clima estepario.

Los desiertos se localizan entre los 20º y 40º de latitud. Se caracterizan por tener una escasa precipitación, inferior a 200 mm al año, pero en el desierto de Atacama, al norte de Chile, pueden pasar muchos años sucesivos sin una gota de lluvia. Cuando llega a llover lo hace en forma de tormentas violentas que erosionan los lugares por donde corre el agua. El agua se evapora o se infiltra rápidamente. El agua infiltrada puede surgir en algún sitio en forma de manantial haciendo que la vegetación crezca a su derredor formando un oasis (lugar del desierto determinado por la presencia de agua de manantial suficiente para el crecimiento de permanente de plantas y para el establecimiento humano).
En los desiertos la diferencia de temperatura entre el día y la noche es muy amplia. Esta diferencia se debe a la escasez de humedad atmosférica y a la ausencia de cuerpos de agua líquida, la cual si existiera regularía esos cambios. La humedad relativa en esos lugares es inferior al 40%. Ya habíamos dicho que estos desiertos deben su sequía a las altas presiones instaladas sobre ellos. Ahí el aire que desciende de la alta troposfera se calienta y se reseca generando las condicione ideales para formar desiertos. No permiten la formación de ninguna nube que impida el paso de la radiación solar por lo que el calentamiento es muy grande.

Los vientos juegan un papel importante en los desiertos. Elevan enormes cantidades de arena, que se desplazan muchos kilómetros fuera del continente. En imágenes de satélite es posible ver cómo las tormentas de arena se dispersan y se desplazan sobre los océanos. La localización de los desiertos en las costas occidentales de los continentes se ven favorecidas por las corrientes marinas frías: corriente de California, de Humboldt, de las Canarias, de Benguela y de Australia occidental.

La vida tiene que adaptarse a esas condiciones. Los animales se refugian en cuevas o se entierran en la arena durante las horas de Sol. Sobresalen los camellos y los dromedarios en Asia y África que son capaces de recorrer largos trayectos en busca de pasturas. Las plantas tienen raíces de hasta 30 m para poder alcanzar el agua infiltrada y generalmente tienen espinas para evitar la evapotranspiración, caso de las xerófitas. Además se dispersan mucho para no competir por la escasa humedad del suelo.
