Estructura macroscópica del músculo

Algunos músculos son muy grandes, como el dorsal en la espalda, mientras otros muy potentes como el cuadriceps en el muslo.

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Estructura macroscópica del músculo

Antes de hablar de los músculos es conveniente que empecemos por aprender que los músculos son los principales motores del movimiento, y que están formados por un haz de fibras que tienen una propiedad muy destacada: la contractibilidad. Gracias a esta facultad, el paquete de fibras musculares se contrae cuando recibe una orden adecuada, por ejemplo al contraerse se acorta y se tira del hueso o de la estructura y cuando termina este trabajo recupera su posición de reposo. Estas fibras se colocan en forma de haces dentro de unas vainas conjuntivas alargadas formando lo que conocemos como tendones que se unen a los huesos. Además de esta forma, las fibras generalmente se presentan en forma de huso, grueso en el centro y fino en los extremos.

Pero… ¿cuál es la misión esencial de los músculos? ¡Claro!, la misión más importante es mover las diversas partes del cuerpo apoyándose en los huesos; esto se logra gracias a que son blandos y se pueden deformar o contraer.

La forma de los músculos

Sabías que el cuerpo humano se cubre con unos 650 músculos de acción voluntaria y que esta riqueza muscular permite realizar miles de movimientos. Por ejemplo y de acuerdo al tipo de movimiento, hay músculos planos como el recto del abdomen, en forma de huso como el bíceps o muy cortos como los interóseos del metacarpo. Algunos músculos son muy grandes, como el dorsal en la espalda, mientras otros muy potentes como el cuadriceps en el muslo. Además, los músculos sirven como protección a los órganos internos, dan forma al organismo y expresividad al rostro.

Conoce los músculos principales que conforman el cuerpo humano en la siguiente figura:

¿Cuántas clases de músculos hay?

De acuerdo a su función, los músculos pueden ser de contracción rápida y voluntaria y se les conoce como músculos estriados o rojos, o de contracción lenta e involuntaria, como los músculos intestinales, que se les conoce como músculos lisos y blancos.

El músculo estriado es rojo, tiene una contracción rápida y voluntaria y se inserta en los huesos a través de un tendón, por ejemplo, los de la masticación, el trapecio, que sostiene erguida la cabeza, o los gemelos en las piernas que permiten ponerse de puntillas.

Los músculos lisos son blanquecinos, tapizan tubos y conductos y tienen contracción lenta e involuntaria. Se encuentran recubriendo el conducto digestivo o los vasos sanguíneos (arterias y venas). El músculo cardiaco es un caso especial, pues se trata de un músculo estriado, de contracción involuntaria.

Y… ¿cuál es el trabajo que realizan los músculos?

Los músculos realizan trabajo de extensión y de flexión. Para el primer trabajo tiran de los huesos haciendo palancas. Para el trabajo de flexión, los músculos producen calor y su funcionamiento lo regulan los centros nerviosos, quienes reciben las sensaciones, para que el sistema nervioso elabore las respuestas conscientes a dichas sensaciones.

Durante estas funciones los músculos gastan mucho oxígeno y glucosa, cuando el esfuerzo es muy fuerte y prolongado, provocando que los músculos no alcancen a satisfacer sus propias necesidades. El resultado de esto son los calambres y las fatigas musculares por acumulación de toxinas musculares; sin embargo, estos estados desaparecen con descanso y masajes que activan la circulación sanguínea, durante la cual, la sangre arrastra las toxinas presentes en la musculatura.

Para conocer cómo se llaman los músculos que conforman la mano y el pie, pasa el cursor por las siguientes imágenes.

 

La contracción a la postura corporal es la que hace posible levantarse, sentarse y adoptar otras posiciones sostenidas que permite el cuerpo humano. Mantener una postura corporal, es resultado de la contracción sostenida en determinados músculos que, si bien puede modificarse a voluntad, también tiene un fuerte componente involuntario, igual que lo tiene la contracción rítmica del diafragma, el principal músculo de la respiración. Como ya sabemos, la contracción genera calor, por lo que el trabajo del músculo esquelético contribuye a mantener la temperatura corporal, proporciona resistencia y sostiene a los tejidos. Esta función se realiza gracias a las sustancias intercelulares fibrosas.

¿Cómo se forman los músculos?

Los músculos se forman por la fusión de células embrionarias, conocidas como mioblastos (Del griego mys myo =  músculo, ratón y blastos = germen), encargadas de producir grandes cantidades de células musculares multinucleadas de forma cilíndrica, a las que también se les llama fibras musculares, cuyo diámetro y longitud pueden ser tales que se aprecian a simple vista.

¿Y los músculos están protegidos?

La protección de los músculos esqueléticos corre a cargo del tejido conectivo, formado por cientos o unos pocos de miles de fibras o células musculares reunidas en pequeños haces o fascículos (Pequeño manojo. Del latín. Fasciculus dim de Fasccis = haz o manojo) que debajo de la piel, van formando envolturas protectoras que resguardan a grupos de músculos de funciones similares, a los músculos individuales, a los fascículos y hasta las fibras o células musculares una a una. Todo este tejido conectivo tiene continuidad con el tendón, el cordón denso y regular que une al músculo con la envoltura del hueso (periostio, del griego osteon = hueso + prefijo peri alrededor) con lo que se mueven las palancas formadas por las articulaciones y se producen los movimientos corporales. En zonas como el cráneo, donde la prolongación del tejido conectivo que se une al periostio, en lugar de formar un cordón produce una capa plana, se le conoce como aponeurosis (membranas carentes de nervios. Del griego, apo= defecto, carencia, negación y neuron= nervio).

Si seguimos al tejido conectivo, podrás observar que los nervios y los vasos sanguíneos llegan hasta las células musculares y penetran directamente en el músculo. Los nervios al llegar al punto donde hacen contacto las terminaciones sinápticas del axón de las neuronas motoras con las fibras musculares, forman la unión neuromuscular. Por su parte, los vasos sanguíneos forman una red capilar que aportará a cada célula los nutrientes y el oxígeno de los que se obtendrá la energía requerida para la contracción muscular.

¿Sabías que al músculo esquelético también se le conoce como músculo estriado?

Este nombre se debe a que, al observar las fibras en el microscopio, éstas presentan bandas transversales claras y oscuras que se reconocen como estrías. Esta configuración también se encuentra en el músculo cardiaco, pero sus fibras son ramificadas y su contracción es involuntaria. Los músculos involuntarios de los que depende el movimiento de algunos órganos internos, como el corazón carecen de ellas y por esa razón se les conoce como músculos lisos.

  1. Músculo cardiaco

    El músculo cardiaco, a diferencia del esquelético, no se recupera de lesiones. Por eso, el daño causado por un infarto es permanente.

  2. ¿Por qué?

    ¿Cuál crees que sea la causa de esta diferencia?

  3. No se repara…

    Esto sucede, debido a la falta de células satélite en el músculo cardiaco; ya que corresponde a éstas la reparación de los daños causados.

Autoevaluación

Es momento de movilizar los aprendizajes arrastrando la opción correcta en cada una de las características de los músculos estriado y liso.

Lenta Pequeño Involuntaria Escaso Rojo Voluntaria Insertado en huesos y tendones Rápida Grande Blanco Abundante Recubre tubo digestivo o vasos y arterias
ContracciónColorVascularizaciónDiámetro de la fibraUbicación
Músculo liso
Músculo estriado
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