La inmunidad es la resistencia que tiene o adquiere un organismo para enfrentar enfermedades y quedar libre de ellas.

El sistema inmunitario distingue lo "propio" de lo "no propio", y es capaz de desencadenar distintos tipos de respuestas de defensa.

Conozcamos los órganos del sistema inmune, los cuales, junto con los tejidos, pueden ser clasificados de acuerdo a su función en linfoides primarios y linfoides secundarios. 

Órganos linfoides primarios

Estos son los órganos encargados de la producción y maduración de las células del sistema inmune, y se integran por la médula ósea y el timo.

1. La médula ósea. Este órgano se encuentra localizado en los extremos de los huesos largos y en los huesos esponjosos o planos. La función principal de este órgano es la hematopoyesis o formación de las células de la sangre. La hematopoyesis es extraordinariamente sensible a la radiación y muchos medicamentos que se usan en la quimioterapia. La médula es el lugar donde maduran los linfocitos B.

2. El timo Es un órgano plano y blando situado en la cavidad torácica, por encima del corazón, donde terminan de madurar los linfocitos T inmaduros provenientes de la médula.

Órganos linfoides secundarios

Hay que aclarar que el término "secundario" no implica que su importancia sea menor, o su participación en la respuesta inmune sea poca o intrascendente, sólo indica que estos órganos requieren de la presencia de los órganos primarios. Cada órgano linfoide secundario es el encargado de controlar una determinada región del organismo. Revisemos ahora la función de dichos órganos.

1. El bazo. Se encuentra ubicado en el lado izquierdo de la cavidad abdominal. Estructuralmente hablando se distinguen dos regiones, que son: la pulpa blanca y la pulpa roja. La pulpa roja participa en la destrucción de eritrocitos deteriorados y es un gran almacén de eritrocitos, granulocitos y plaquetas. La pulpa blanca la constituye el tejido linfoide que participa en la generación de respuestas inmunes frente a antígenos llegados hasta él por vía sanguínea. En el bazo se encuentran todos los tipos celulares necesarios para generar respuestas inmunes celulares y humorales (linfocitos T, B, NK, macrófagos). La principal función del bazo es filtrar la sangre, a través de este proceso quedan atrapados en este órgano, bacterias, antígenos y células alteradas o seniles, que requieren ser removidas de la circulación. Cuando una persona se encuentra enferma, el bazo aumenta su tamaño, incluso en algunas situaciones clínicas llega a tener un tamaño descomunal y se torna fácilmente palpable.

2. Los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas, suaves y redondas, o en forma de frijol, que por lo general no se pueden ver ni sentir fácilmente. Se localizan en racimos en diversas partes del cuerpo, como el cuello, las axilas y las ingles. Los ganglios linfáticos producen células inmunitarias que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones, al igual que filtran el líquido linfático y eliminan material extraño, como bacterias y células cancerosas. Cuando las bacterias son reconocidas en el líquido linfático, los ganglios linfáticos producen más glóbulos blancos para combatir la infección, lo cual hace que dichos ganglios se inflamen. Los ganglios inflamados algunas veces se sienten en el cuello, bajo los brazos y en la ingle.

3. MALT (por sus siglas en inglés: Mucosa-associated lymphoid tissue). Es el nombre que se le da al tejido linfoide asociado a las mucosas de los aparatos digestivo, bronquial, genitourinario, al tejido de las amígdalas palatinas y al apéndice cecal. Las respuestas humorales desencadenadas en las mucosas son principalmente de isotipo IgA, que tienen la capacidad de atravesar la mucosa e impiden la entrada de microorganismos infecciosos.

Autoevaluación

Veamos si recuerdas la función de los órganos linfoides. Arrastra el órgano a la función que le correspond.e