El sistema reproductor femenino lo clasificamos en órganos internos y externos.
Primero conozcamos los órganos internos. Los homólogos a los testículos en el hombre, en la mujer son los ovarios. Están situados en la pelvis, son dos, tienen la forma y el tamaño de almendras, hay un ovario derecho y un ovario izquierdo y son de color blanco nacarado. Se encuentran sostenidos por unas estructuras llamadas ligamentos, dentro de los más importantes son los que van del útero al ovario (útero-ovárico) y el infundíbulo-pélvico (que va del ovario a la pelvis).
En los ovarios se realiza la producción de óvulos (ovogénesis), además de dos hormonas (estrógenos y progesterona). Es decir, en éstos órganos se generan las células sexuales (gametos) que se unen al gameto del hombre y realizar el extraordinario fenómeno de la reproducción.
Las salpinges son unos tubos que se sitúan a los lados del útero, miden cerca de12 centímetros de longitud. Tienen una parte denominada fimbria que tiene forma como de dedos y recibe al óvulo cuando sale del ovario, después sigue la parte más ancha, es aquí donde se realiza la fecundación, se llama ampolla. La salpinge se va haciendo más angosta y antes de unirse al útero se conoce a ésta zona como istmo, y finalmente la zona en donde se une con el útero se llama intersticial y es la más angosta.

Salpinges, tubas uterinas o trompas de Falopio
Tiene tres capas que conforman a éste órgano, las veremos de afuera hacia adentro: Serosa, una capa resistente, la capa muscular, que favorece el movimiento de peristálsis, y la mucosa, que tiene cilios o pelos para realizar movimientos de barrido en una sola dirección, hacia el útero. Si hay fecundación, el huevo o cigoto, es enviado por movimientos de los cilios y peristálticos hasta el útero. En la oclusión tubaria bilateral (OTB), la salpinge se amarra y se corta para evitar el embarazo.