La termodinámica es la rama de la física que estudia los intercambios de calor y de trabajo que se producen entre un sistema, su entorno y origina variaciones en la energía interna del mismo.
La primera ley de la termodinámica se refiere a la ley de conservación de la energía. Esta ley afirma que un aumento en algunas de las formas de energía debe estar acompañado por una disminución en alguna otra forma de la misma, por lo tanto la energía interna de un sistema se puede incrementar ya sea agregando calor o realizando un trabajo sobre el sistema. En la práctica, es imposible convertir completamente el calor en trabajo sin modificar los alrededores.
La segunda ley de la termodinámica establece cuales procesos de la naturaleza pueden ocurrir o no. La entropía es una forma de expresar la segunda ley de la termodinámica ya que se puede entender como el desorden o el grado de deterioro de un sistema. De igual forma la podemos entender como una medida de la distribución aleatoria de un sistema.
Se dice que un sistema altamente distribuido al azar tiene alta entropía. Un sistema en una condición improbable tendrá una tendencia natural a reorganizarse a una condición más probable (similar a una distribución al azar), esta reorganización resultará en un aumento de la entropía. La entropía alcanzará un máximo cuando el sistema se acerque al equilibrio, alcanzándose la configuración de mayor probabilidad.
La entropía, coloquialmente, puede considerarse como el desorden de un sistema. Un ejemplo doméstico, sería lanzar un vaso de cristal al suelo, este tenderá a romperse y esparcirse mientras que jamás conseguiremos que lanzando trozos de cristal se forme un vaso.
Foto de: Hans Braxmeier, insert_link Pixabay.
Los organismos vivos tienen una estructura altamente compleja. Por la segunda ley de la termodinámica tienden en forma natural a la degradación.
El ciclo vital de todos los organismos vivos termina con la muerte, que es cuando los componentes del organismo se integran al medio ambiente para su degradación, de ese modo aumentan el grado de desorden o de entropía propuesto en la misma ley.
Para mantener la vida de cualquier organismo, es necesario reponer la energía que éste gasta constantemente, con la cual se conserva la estructura y buen funcionamiento de los seres vivos. Para el estudio de estas transformaciones, es importante centrar nuestra atención en la bioenergética.
Foto de: Gerd Altmann y Reimund Bertrams insert_link Pixabay
En los sistemas cerrados, como el Universo, la energía se conserva sin importar la cantidad de transformaciones que se hayan propiciado en ella, ya que el total de la energía continúa siendo siempre la misma. La cantidad de energía libre, que se generó como consecuencia de la gran explosión conocida como el Big bang, quedó atrapada en los diferentes sistemas materiales que se han ido formando. Es curioso darnos cuenta que actualmente la cantidad total de energía es la misma que entonces, pese a la gran diferencia de años transcurridos.