Los errores de la argumentación son las llamadas “falacias”. Son argumentos que parecen correctos aunque no lo son. Pretenden ser válidos pero no lo son porque no proveen un apoyo sólido para inferir la conclusión, y sin embargo tienen la virtud de ser psicológicamente persuasivos.
Debido a la diversidad de falacias, y al parecido entre ellas en algunos casos, es muy importante asumir una actitud crítica para poder identificarlas y así evitar ser engañados. También para tener los argumentos adecuados para refutarlas cuando las escuchemos o leamos en algún texto.
