Cuando emitimos algún mensaje siempre lo hacemos con un propósito que se persigue, es decir, tenemos una INTENCIÓN COMUNICATIVA. Para lograr su objetivo, el autor debe utilizar ciertos recursos característicos.

El propósito de “convencer” se presenta más en los textos políticos, artículos de opinión, editoriales o ensayos argumentativos. Lo que el autor pretende es conseguir que el receptor del mensaje acepte algo.
Para ello emplea argumentos estructurados basados en lo verosímil y aceptable. Como recurso utiliza valoraciones y oraciones que pueden ser enunciativas, imperativas o interrogativas.
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