Cálculo de distancias en los mapas
Relieve
Desde los primeros mapas, el trazado del relieve ha constituido uno de los mayores problemas para los cartógrafos, ya que implica la representación de tres dimensiones sobre una superficie plana. Desde los esfuerzos más sencillos que empleaban burdos símbolos pictóricos hasta los colores impresos de hoy, donde se conjuntan diversos métodos, toda la historia de estos avances se ha realizado a través de pruebas y experimentos de una creciente eficiencia técnica.
Existen varios métodos para representar adecuadamente la superficie de la Tierra. En los mapas topográficos podemos tener: sombreado plástico, hipsométrico y curvas de nivel, los tres primeros métodos proporcionan un rápido impacto de las tres dimensiones, con lo que la mayoría de personas puede apreciar el carácter esencial de las formas del relieve.

Las curvas de nivel
Las curvas de nivel de un mapa, llamadas también isohipsas, son líneas que se trazan uniendo aquellos puntos que se hallan a igual altitud. Así, representan gráficamente los cambios de altitud del espacio geográcico que representa el mapa. Generalmente se dibujan cada diez, veinte, cincuenta o cien metros, sobre la base establecida que se conoce con el nombre de nivel de referencia.
La imagen resultante no sólo da una impresión visual del relieve, sino que también proporciona información sobre las altitudes e inclinaciones.

Un aspecto importante para la interpretación del relieve es la equidistancia de las curvas de nivel, que corresponde a la distancia vertical que separa a dos curvas consecutivas. La equidistancia es constante a lo largo de todo el mapa, esto significa que entre una curva siempre habrá la misma diferencia de altitud, aunque estén muy juntas o separadas.
Cortes y perfiles topográficos
Ya vimos el papel que tienen las curvas de nivel para interpretar el relieve en los mapas topográficos. La elaboración de perfiles y cortes topográficos nos permite tener otra forma de visualizar el relieve de un terreno. Un perfil es un corte a lo largo de una línea dibujada en el mapa. En otras palabras, es como si se pudiera rebanar una porción de la superficie terrestre y separarla del resto para poder verla de lado a lado.

En cambio, los cortes topográficos son una sección de la superficie que queda visible debido al mismo corte del relieve. Ello permite reconocer la estructura geológica. Por ejemplo, cuando se construye una carretera y se cortan algunas formas del relieve como cerros o colinas, a los lados del camino quedan expuestas las rocas que las constituyen, es decir, son visibles y en ocasiones pueden producir derrumbes.
La construcción de perfiles topográficos es una práctica muy útil para entender los ascensos y descensos de la superficie del terreno a lo largo de una línea determinada que atraviesa el mapa. Además, constituyen un medio adecuado para expresar la distribución de diferentes aspectos que ocupan alguna posición sobre esa línea, por ejemplo, la vegetación, los tipos de suelo, tipos de rocas, etc.