El título
El título es el primer elemento que debemos ver al revisar un mapa, pues de forma corta y rápida podemos reconocer el contenido del mapa.
Recordemos que los mapas tienen como propósito primordial mostrar el espacio geográfico y los diferentes fenómenos, naturales y socioeconómicos, que ocurren en él. Así, este es un dato fundamental para iniciar la lectura, además de que a partir del título podemos seleccionar el mapa que necesitamos.
El título debe ser indicativo del hecho, fenómeno o proceso que se representa en el mapa. Preferentemente no muy largo y que indique la temporalidad o período que muestra, si así lo amerita, también el tema del que trata el mapa.
La escala
La escala proporciona información de la relación matemática que existe entre la realidad y su expresión en el mapa.
Las diferentes escalas nos permiten estudiar los fenómenos geográficos a diversos niveles de detalle. Por ejemplo, en un mapa a una escala entre 1:5 000 y 1:20 000 podemos representar áreas de ciudades. Con escalas, entre 1:20 000 y 1:50 000 podemos estudiar municipios. Ambos nos proporcionan información específica de los lugares representados, por tanto, se conocen como de escala grande.
En cambio, con escalas mayores a 1:50 000 podemos estudiar regiones, estados e incluso países pequeños. Ya en escalas del orden de 1:1 000 000 podemos representar los continentes y hasta el mundo entero: se les considera de escala chica.
En general, los mapas de escala grande permiten un análisis del espacio geográfico con mayor detalle, pues se puede incluir una mayor cantidad de rasgos del espacio geográfico. Por otro lado, los mapas de escalas más pequeñas nos proporcionan una visión de conjunto de algún fenómeno en un área más extensa, pero generalmente la cantidad de información que contienen es menor.
Para saber más sobre la definición y uso de las escalas en los mapas, revisa las uapas "Formas de indicar la escala", "Cambios de escala" y "Cálculo de distancias en los mapas".