Contaminación

De acuerdo a las parámetros internacionales de bienestar social, para que lograr una mejor calidad de vida es necesario tener mejor salud, un mayor nivel de cultural y un medioambiente limpio.

El incremento de la población, su concentración en grandes centros urbanos y el desarrollo industrial ocasionan, cada día daños importantes al medioambiente. El más visible es el de la contaminación que consiste en la presencia de sustancias extrañas de origen humano -basura, pesticidas, aguas sucias- que ocasionan alteraciones en la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas.

Existen varias formas de contaminación:

La contaminación del aire o atmosférica Es la perturbación de la calidad y composición de la atmósfera debida a elementos ajenos a su constitución normal. Se produce por los humos de vehículos e industrias, aerosoles, polvo, ruidos, malos olores, radiación atómica, etc.

La contaminación del agua es causada por el vertimiento de basura, aguas negras o usadas -urbanas e industriales-, relaves mineros, petróleo, abonos, pesticidas y residuos químicos -insecticidas, herbicidas y similares-, detergentes y otros productos.

La contaminación del suelo es causada por los pesticidas, los abonos sintéticos, el petróleo y sus derivados, la basura y en general cualquier sustancia extraña que no pertenezca normalmente a su formación.

Otras formas de contaminación

Además de la contaminación atmosférica, del agua y del suelo, existen otras formas de contaminación, quizá menos notorias pero no menos dañinas:

La contaminación de los alimentos Se manifiesta por la presencia en los alimentos de sustancias riesgosas o tóxicas para la salud de los consumidores. Se ocasona durante la producción, manipulación, transporte, industrialización y/o preparación de alimentos. Es originada principalmente por productos químicos -pesticidas, germicidas, herbicidas- o biológicos -agentes patógenos como gérmenes y bacterias- muchos de ellos no son visibles.

La contaminación agrícola es originada por desechos sólidos, líquidos o gaseosos producto de las actividades agropecuarias. Se manifiesta principalmente por la presencia, en agua, suelo o alimentos, de plaguicidas, fertilizantes, desechos de establos, polvo del arado, estiércol y cadáveres entre otros.

La contaminación electromagnética es originada por la emisión de ondas de radiofrecuencia y de microondas a consecuencia del uso de radares, televisión, radioemisoras, redes eléctricas de alta tensión y telecomunicaciones, celulares, antenas de transmisión etre otros. Se conoce también como contaminación ergomagnética.

La contaminación óptica se refiere a todos los aspectos visuales que afectan la complacencia de la mirada. Se produce por la minería abierta, la deforestación incontrolada, la basura, los anuncios, el tendido eléctrico enmarañado, el mal aspecto de edificios, los estilos y colores chocantes, la proliferación de ambulantes, etc.

La contaminación publicitaria es originada por la publicidad, que mediante presiones externas distorsiona la conciencia y el comportamiento del ser humano para que adquiera determinados productos o servicios. Este tipo de contaminación puede propiciar ideologías, variaciones en la estructura socioeconómica, cambios en la cultura y las costumbres.

La contaminación radiactiva es la resultante de la operación de plantas de energía nuclear, el uso de armas nucleares y los accidentes que provocan la liberación de elementos nucleares. También se le conoce como contaminación neutrónica, por ser originada por los neutrones, y es muy peligrosa por los daños que produce en los tejidos y la salud de los seres vivos.

La contaminación sensorial es la agresión a los sentidos por los ruidos, vibraciones, malos olores, alteración del paisaje y deslumbramiento por luces intensas. Ejemplo de ésta, es la contaminación sónica que se refiere a la producción intensiva de sonidos que ocasionan molestias de salud en quienes la perciben: falta de concentración, perturbaciones del descanso, del sueño y de la capacidad cognitiva.

Desarrollo sustentable

Hasta hace unos años, los recursos de la naturaleza y el medioambiente habían sido considerados abundantes, renovables y disponibles de manera incondicional, por lo que no eran sujetos a tratamiento económico. De hecho, no se pensaba que fuesen un aspecto de importancia en la calidad de vida de los individuos.

Fue hasta el año 1987, en el marco de los trabajos de la Comisión Mundial de Medioambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, que en el Informe Brundtland  -denominado,  "Nuestro Futuro Común" (Our Common Future, en inglés)- se utilizó por vez primera, el término desarrollo sustentable, sostenible o perdurable, considerando la dimensión ambiental en el crecimiento y desarrollo económico y como parte importante del bienestar social.

En ese informe, se define al desarrollo sustentable, como el conjunto de actividades tendientes a satisfacer las necesidades de la sociedad presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las propias.

Es muy difícil definir el momento preciso en que la actividad humana sobrepasó el límite permisible: de la producción y consumo que no arriesga el equilibrio ecológico, a la fase en la que se evidenció un creciente, grave y casi irreversible deterioro ambiental.

Después de la década de los 70, del siglo pasado, las sociedades occidentales comenzaron a mostrar preocupación ambiental.

Tres son las razones que les motivaron:

• Las sucesivas crisis de los precios del petróleo, llevaron a la reflexión colectiva sobre el problema del agotamiento de los recursos no renovables. El modelo energético imperante, basado en la combustión masiva de energía fósil, es la mayor fuente de contaminantes -principalmente atmosféricos, pero no exclusivamente- en el mundo.
• Cada vez son más evidentes los efectos negativos de la industrialización, a través de la degradación y contaminación del aire y el agua, con efectos sobre la salud humana y otras especies, cuya existencia es puesta en riesgo. Desparecen de manera acelerada recursos esenciales del equilibrio ecológico planetario.
• La explosión demográfica de los países más pobres se traduce en una presión mayor sobre los recursos, trayendo como consecuencia un agravamiento de los niveles de pobreza e inequidad en la distribución del ingreso.

Surge entonces la economía ambiental, que hace énfasis en el desarrollo sustentable como estadio superior del desarrollo económico al vincular los procesos de producción y consumo, y en general el quehacer económico de la sociedad, con los activos de la naturaleza y del medioambiente, considerándolos como bienes escasos y promoviendo en los países la responsabilidad de restaurarlos y protegerlos al desarrollar su actividad económica.

Las manifestaciones del deterioro medioambiental, entre otras, son:

1. El incremento de dióxido de carbono causado por el consumo de combustibles fósiles
2. El cambio climático ocasionado por el incremento de dióxido de carbono en la atmósfera
3. Los fenómenos metereológicos extremos debidos al cambio climático
4. La afectación de la capa de ozono
5. El derretimiento de los hielos polares
6. La degradación del suelo (erosión, salinización y desertificación)
7. La pérdida de la biodiversidad por los cambios climáticos y degradación del suelo
8. Migraciones masivas, extinción de especies -de flora y fauna- y conflictos territoriales
9. Escasez de agua potable
10. Cambios en los patrones de conducta de la población

Externalidades

Cuando alguien realiza cualquier actividad, puede generar beneficios así como costos para quienes no participan en la actividad. Estos costos o beneficios se llaman externalidades.

Cuando es un costo se le llama externalidad negativa y cuando es un beneficio es un externalidad positiva.

Una de las externalidades negativas más conocida es la contaminación, pues acarrea un costo monetario y de bienestar para la población mundial. Los efectos de la contaminación sobre la salud y la preservación de la vida de las personas son evidentes: poblaciones que consumen agua o alimentos contaminados, enfermos por contacto con lluvia ácida o aire contaminado, migraciones masivas causadas por sequías o inundaciones, consecuencia de la crisis ambiental global. Los ejemplos se documentan por cientos (y cada vez más) y, evidentemente impactan el aspecto económico y social de los países.

Externalidades negativas: El caso de México.

Existen cuentas económicas que registran los costos asociados al agotamiento y la degradación del medioambiente. Al restar estos costos del producto interno bruto tradicional, se obtiene el producto interno bruto ecológico. Este indicador sintetiza el daño ambiental sobre el valor de la producción de todos los bienes y servicios de uso final que se generan en la economía para un periodo determinado.

En México el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), ha implementado el "Sistema de Cuentas Económicas y Ecológicas de México," publicando, en diferentes series estadísticas la información sobre los indicadores relacionados con el medioambiente. Obteniendo además la comparación por sectores entre el costo de la degradación ambiental, el costo por el agotamiento de los recursos naturales y los gastos de protección ambiental.

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