¿Para qué aproximar?
Muchas veces, cuando se utilizan instrumentos de medición los resultados son números muy precisos con una gran cantidad de cifras decimales. Esto también ocurre frecuentemente al realizar operaciones con algún dispositivo electrónico, sin embargo escribir y representar un número con tantas cifras decimales no solamente resulta complejo sino que también pierde sentido.
Por ejemplo, supongamos que al realizar la medición de ciertos objetos obtienes números con seis cifras decimales y tu deseas expresar los resultados en metros ¿qué significado tendrían en tus resultados las cifras decimales después de la tercera?

Tomada de: Pixabay
Supongamos que, después de medir y operar, se obtiene que cierto rectángulo mide $13.428961\: m$ de largo y $5.726145\: m$ de ancho y debemos obtener el valor aproximado de su área. Si hacemos el producto de estos dos números, obtendremos una cantidad con muchos más decimales ¿aportan información valiosa tantos decimales?
Por esto se usa el concepto de cifras significativas.insert_link Observa lo que pasa si “cortamos” los números dados hasta la tercera cifra decimal.
El producto original: $$13.428961 \times 5.726145 = 76.8961778853$$
El producto de las cantidades “recortadas” y con resultado también recortado: $$13.428961 \times 5.726145 = 76.888$$
La diferencia es $0.007449$ son apenas poco más de $7 mm^2$ habrá que decidir, en el contexto del problema que se trabaje, si esta cantidad es significativa o no.
Trabajar con menos decimales es más sencillo, por lo que es un recurso muy utilizado. Al hacerlo, cambiamos el valor original por otro, decimos entonces que aproximamos el valor original.
Cuando aproximamos un número lo que hacemos es sustituir su valor exacto por otro que, como su nombre indica, es aproximado. Existen distintos métodos para hacerlo. Revisaremos los dos de uso más común:
Redondeo y Truncamiento