Aproximadamente la mitad de la población mundial vive en ciudades, el equivalente a 3,500 millones de personas y se calcula que para el año 2030 esto se incrementará alcanzando el 60%1.
El crecimiento intensivo de las ciudades puede producir problemáticas de diversa índole, como son: altos consumos de energía y degradación ambiental, asentamientos humanos improvisados y precarios, falta de cobertura de servicios básicos como son agua, luz, drenaje, y educación, baja calidad de vida como consecuencia de los factores anteriores. Esto pone en riesgo el bienestar de los seres humanos que viven bajo estas condiciones y los hace vulnerables ante situaciones extraordinarias como las que se experimentan ante una pandemia como la provocada en el año 2020 por la COVID-19.
Foto de B_Me, insert_link Pixabay.
Si vives en una ciudad grande, en alguna ocasión habrás tenido dificultades para hacer cosas sencillas, como por ejemplo trasladarte de un lugar a otro (puedes tardar horas en llegar, aunque las distancias sean relativamente cortas), o bien si no es tu caso y vives en una Ciudad o localidad rural o urbana de dimensiones pequeñas, quizás habrás escuchado noticias relativas a los niveles de contaminación que se llegan a experimentar en las urbes que tienen una densidad de población muy elevada.
Es por ello que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 “Ciudades y comunidades sostenibles” se enfoca en lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.