El Islam
En el siglo VII d.C. Arabia, es decir, la península que se sitúa entre el Golfo Pérsico y el Mar Rojo, un territorio semidesértico, estaba habitado por pastores nómadas y mercaderes. Había algunas ciudades como Yatrib (Medina) y la Meca, ubicadas en la confluencia de las rutas comerciales. Dos elementos unificaban a los hombres errantes del desierto: la lengua y el culto a la "piedra negra" en el templo de Kaaba en La Meca.
La Kaaba entre los peregrinos.
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Sorprende cómo partiendo de esos elementos, el profeta Mahoma pudo integrar a los árabes y lograr una gran expansión que no se detuvo con su muerte, sino que continuó impetuosa, abarcando amplios territorios del norte africano, el medio oriente y Europa, llegando a España, Portugal y parte de Francia.
Los árabes creían en un dios supremo, Alá (al-ilah, el Dios), al que reconocían como "señor de la Kaaba" y creador del mundo. Es el mismo Alá del profeta Mahoma, ya que en una de sus revelaciones se le ordena que adore al señor de la casa (o sea, de la Kaaba).
Mahoma nació en el año 570 d.C. Su familia pertenecía a la tribu de los quraysh de la Meca. El futuro profeta quedó huérfano de padre y madre cuando era un niño por lo que lo educaron su abuelo y su tío. Tenía veinticinco años de edad cuando se casó con una rica viuda de Khadija. Afirma el dogma islámico que cuando Mahoma tenía 40 años recibió del arcángel Gabriel las revelaciones de Alá, las cuales después fueron recogidas en El Corán, libro sagrado del islamismo. El profeta comenzó a predicar, pero sólo logró unos cuantos adeptos y algunos enemigos poderosos en su ciudad. En el 622 d.C. (fecha conocida como la Héjira “huida”) el profeta y sus seguidores emigraron a Medina señalando así el punto decisivo de la era musulmana.
En Medina el profeta continúa haciendo prosélitos y cuando se siente con fuerzas, ordena la toma de La Meca (630 d.C.), donde forma la primera comunidad islámica. Cuando muere Mahoma (en el 632 d.C.) toda Arabia estaba ya unificada bajo la nueva religión.