Antecedentes
Los Estados Modernos surgieron de la crisis del sistema feudal, iniciada desde finales del siglo XIV. El creciente empoderamiento de la burguesía y el debilitamiento de los señoríos feudales, favorecieron la rearticulación del poder y de los territorios, mismos que comenzaron a estrechar sus lazos con el poder central depositado en las monarquías. A su vez, incipientes cambios en los modos de producir y comerciar también favorecieron el surgimiento de pequeñas ciudades. Ambos procesos serían fundamentales para el surgimiento y desarrollo del capitalismo en los albores del siglo XV.
Estas transformaciones estuvieron acompañadas por el incremento de conflictos bélicos entre reinos, mismos que favorecieron la expansión y perfeccionamiento de sistemas de recaudación tributaria y por ende de organización administrativa de los mismos, además de acentuar la importancia y los recursos destinados a la formación de ejércitos profesionales al servicio de las diferentes coronas.
Además de estos cambios políticos y económicos, una notoria transformación cultural tuvo lugar en occidente, dando sitio al periodo conocido como Renacimiento, así como a la aparición en Europa de un invento que sentaría las bases para la difusión de ideas, imaginarios y relatos compartidos en una comunidad unida por el lenguaje: la imprenta. Esta unidad, estuvo reforzada por otros elementos culturales importantes, como la religión. Sin embargo, las revoluciones burguesas en occidente iniciadas a finales del siglo XVIII, darían paso a la coyuntura definitiva para la formación de estados nacionales.

La Biblia de Gutenberg, fue uno de los primeros libros impresos. Originalmente impresa en latín, en poco tiempo se tradujo a lenguas vernáculas y junto con otros libros se imprimieron miles de ejemplares. NYC Wanderer (2009), insert_link Wikimedia commons.