Unión Europea
Los años setenta del siglo XX se caracterizan, en lo económico y lo político, por el inicio de la separación de Europa respecto al liderazgo de los Estados Unidos, tendencia que de alguna forma fue iniciada por el entonces presidente francés Charles de Gaulle, quien dio marcha a una política que buscaba autonomizar a los países europeos respecto al país americano.
Cuando concluía la Guerra Fría y se afirmaban ciertas tendencias a la globalización, los europeos iniciaron la formación de un bloque comercial, tomando como base la iniciativa de la Comunidad Europea que desde fines de los años cincuenta estaba esbozada. Con los Tratados de Maastricht impulsados por Alemania en 1991 se aceleró la integración. A consecuencia de la caída del muro de Berlín, Alemania se reunificó y pronto se convirtió en líder de la Unión Europea.

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Los inicios de la unidad europea fueron establecidos por el banco central alemán (Bundesbank), el más fuerte de Europa, que con alianza francesa creó en 1979 el Sistema Monetario Europeo, el cual pretendía promover una mayor estabilidad de precios entre las diversas monedas de Europa. Varios de los países del antiguo bloque socialista, los de Europa del Este, para ese momento estaban bajo el liderazgo de Alemania. Los intereses alemanes se concentraron entonces principalmente en sus vecinos más cercanos: Polonia, la ex Yugoslavia y las antiguas repúblicas bálticas Letonia, Estonia y Lituania, separadas de la URSS.