La migración centroamericana y caribeña a los E.U.

La situación del haitiano en los Estados Unidos es variada. Las primeras generaciones en llegar ya han sido asimiladas por la sociedad norteamericana, sobre todo porque eran profesionistas.

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B@UNAM

La migración centroamericana y caribeña a los E.U.

Introducción

Los inmigrantes que en Estados Unidos son llamados latinos comparten un mismo origen geográfico, una historia de duras desavenencias y un patrón cultural similar. Sin embargo, si nos adentramos en el tema encontramos que hablan diferentes lenguas (español, inglés, francés, creole), son mestizos, negros y blancos y tienen distintas costumbres y tradiciones, que los hacen singulares.

Debido a esta diversidad étnica, lingüística y cultural, resulta ambicioso para este espacio abordar el caso de los emigrantes de cada país de Centroamérica y del Caribe, por lo que, desde una perspectiva general, presentaremos algunas características de los procesos migratorios de estas regiones a los Estados Unidos deteniéndonos un poco más en los casos de Cuba y Haití.

¿Por qué migrar?

Los motivos que empujan al emigrante centroamericano y caribeño a abandonar su patria no difieren considerablemente de los mexicanos. Ambos son resultado de los efectos de sistemas económicos débiles y permanentemente en crisis, gobiernos inestables y sociedades con grandes conflictos. Las parálisis productivas del campo, el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo, la devaluación, la sobrepoblación de las urbes, la inseguridad, la mala prestación de servicios, la represión y persecución política, además de muchos otros, son problemas comunes en las agendas latinoamericanas y que se han ido recrudeciendo en las últimas décadas.

Ante la desesperanza, miles de latinos, jóvenes en edad productiva, desde los inicios del siglo XX hasta nuestros días, emigran a los Estados Unidos, Europa, Canadá, a un país de la región con un grado de desarrollado más alto o hasta a Japón, en busca de trabajo que les brinde mayores ingresos que repercutan en el mejoramiento del nivel de vida de sus familias.

Estados UnidosCanadáJapónEuropa
Caribe2,953,066294,055 60,000 dominicanos en España
América Central2,026,15071,865
Sudamérica1,930,271300,000254,000 (Brasil)400,000 ecuatorianos en España
México 9,177,48736,255
Latino América y Caribe16,086,974702,145309,0002,000,000
Fuente: Orozco, M. (2004) Remittances to Latin America and the Caribbean: Sigues and perspectives on development. Washington, DC: Office for the Summit Process Organization of American Status, p. 4.

Dichos procesos migratorios han estado marcados por crisis económicas o políticas recurrentes en el país de origen y en el desarrollo capitalista favorable del país receptor -en este caso, los Estados Unidos-. Las políticas migratorias de esta nación se han ido modificando a lo largo del siglo XX y han estado definidas por la demanda de mano de obra barata del sector agrícola y de las pequeñas y medianas industrias estadounidenses.

Tal como sucedió después de la Gran Depresión en 1929, Estados Unidos bajó radicalmente su ritmo de importaciones de productos del campo provenientes de América Latina, dañando terriblemente a los países cuya economía se basaba en la agricultura de monocultivos. La crisis norteamericana se reflejó también en medidas migratorias restrictivas y ataques xenofóbicos, de los cuales los latinos fueron víctimas. Una forma de defensa fue la formación del Congreso de Pueblos de Habla Española, al que asistieron principalmente cubanos, puertorriqueños y mexicanos, y donde se denunciaron actos de discriminación y organizaron la defensa de sus derechos laborales.

Por eso se pueden apreciar periodos de apertura de fronteras y periodos con medidas drásticas que restringen el otorgamiento de visas y deportan a indocumentados. Esta tendencia suele acompañarse de campañas xenofóbicas y de propaganda sobre el peligro que representan los migrantes a la seguridad nacional y a la preponderancia de la cultura estadounidense; en este sentido se les ha relacionado con el aumento de la delincuencia e inseguridad. El control rígido que hace el gobierno estadounidense lo justifica en la lucha contra el terrorismo.

Muchas veces los periodos están relacionados con la economía de guerra que desarrolló Estados Unidos durante los dos grandes conflictos mundiales, la guerra de Corea y la de Vietnam, la cual demandó fuerza de trabajo de inmigrantes de múltiples nacionalidades para reemplazar al obrero norteamericano, quien engrosó las filas del ejército. Dicho proceso se acompañó de medidas migratorias flexibles.

Cabe resaltar cómo las crisis de los países latinoamericanos han estado determinadas en múltiples ocasiones por la intervención económica, política o militar de los propios Estados Unidos. En general la política migratoria de Estados Unidos hacia Centroamérica y el Caribe ha sido restringida y ha estado marcada por múltiples intereses de la potencia en la región, por lo que el trato no ha sido igual para todos. Testimonio de esto es el caso de Cuba.

En el marco de la Guerra fría y a raíz del triunfo de la Revolución cubana (1959), la isla se convirtió en un asunto central de la política exterior estadounidense en contra del socialismo. Cientos de emigrantes cubanos abandonaron a su patria, debido a los cambios que el gobierno revolucionario instituyó en diversos ámbitos de la sociedad y a la buena acogida que les dio Estados Unidos bajo el título de refugiados políticos. Las principales ciudades de residencia de estos nuevos migrantes han sido Miami, Nueva York y Nueva Jersey, donde han formado organizaciones sociales y políticas bien cimentadas. Durante la década de los ochenta, la Ley de Refugio, que determinaba el número de visados para cada nación, fue manipulada para favorecer enormemente la inmigración de cubanos y de miembros de la desaparecida Unión Soviética. A diferencia de lo realizado con cualquier grupo inmigrante latino, el gobierno estadounidense ha apoyado a la comunidad cubana con programas especiales educativos, colocación de empleos y apoyo financiero. Asimismo, se les ha otorgado espacios de la política interna para que represente a la comunidad latina. Cabe señalar que también ha sido utilizado su voto para la pugna entre partidos políticos, sobre todo por la administración de Reagan, en el juego bi-partidista de la Unión.

Después de la caída del socialismo (1989) y el recrudecimiento del bloqueo económico a la isla, la potencia del norte abrió los brazos a miles de cubanos que abandonaron su país, muchos de ellos en lanchas cruzando el mar Caribe hasta La Florida, a raíz de una severa crisis económica. El caso de los inmigrantes cubanos es distinto al de los demás grupos latinos. Sobre todo contrasta radicalmente con el caso de los haitianos, cuya población es mayoritariamente negra.

La migración de haitianos en gran escala comenzó a darse en los años cincuenta, cuando numerosos profesionistas y gente de la clase acomodada salieron en busca de un mejor nivel de vida y huyendo del sistema dictatorial de François Duvalier.

Durante la década siguiente, con el recrudecimiento de la represión y crisis económica, se unieron al éxodo las clases medias y bajas urbanas. A principios de 1972 comenzó el fenómeno de los “boat-people”, pequeñas embarcaciones que transportan a decenas de personas sin ningún otro recurso para salir del país, y que comúnmente se hunden en el mar abierto sin recibir auxilio alguno. Durante la década de los setenta y ochenta, cerca de 80,000 “boat-people” llegaron a las costas de Florida. Después de la caída de la dictadura duvalierista, con más de 35 años en el poder, el ascenso del presidente electo democráticamente Jean Bertrand Aristide, las esperanzas para el pueblo haitiano recuperaron bríos. Sin embargo, en 1991, Aristide fue derrocado por un golpe militar provocando el éxodo masivo de haitianos. La administración de George Bush padre se empeñó en interceptar y repatriar a estos migrantes, y su política discriminatoria se reforzó con rumores de un alto porcentaje de haitianos infectados con el virus del SIDA. La situación del haitiano en los Estados Unidos es variada. Las primeras generaciones en llegar ya han sido asimiladas por la sociedad norteamericana, sobre todo porque eran profesionistas. Los boat people y migrantes de las clases bajas, sin embargo, desempeñan los trabajos menos calificados y peor pagados. No obstante, la comunidad haitiana ha crecido hasta por tres generaciones y las remesas que envían a sus familiares constituyen uno de los principales ingresos para la isla.

Boat people.

Fuente: insert_link Wikimedia

La crisis de la región ha provocado que profesionistas- algunos preparados en Europa-, empresarios y sectores con un nivel socioeconómico alto emigren a los Estados Unidos. En este sentido sobresalen los casos de dominicanos, haitianos y jamaiquinos.

La línea de las administraciones estadounidenses ante los migrantes procedentes de Centroamérica no varía mucho con respecto al resto de América Latina. No obstante, la Ley migratoria de 1990, que daba prioridad de ingreso a los familiares de grupos tradicionales como irlandeses, italianos y polacos, incluyó, por presiones de grupos progresistas, a los salvadoreños. Esta medida respondió a la salida de cientos de ciudadanos de ese país, debido al ascenso de la ultraderecha administrativa (1978), que aplicó severas medidas represoras en contra de la población.

Los migrantes

La diáspora de los centroamericanos y caribeños hacia los Estados Unidos ha sido constante a lo largo del siglo XX, con momentos álgidos y bajos, pero fue en los años ochenta cuando se incrementó considerablemente.

En dicha década la composición étnica de la población estadounidense cambió más que nunca. Negros, asiáticos, hispanos e indios representaban más del 50% del aumento poblacional, y pasaron de 1/5 del total de habitantes en 1980 a más de 1/4 a finales de la década. De éstos, 41% provenía de Asia y 45% de América Latina de países como México, El Salvador, República Dominicana, Cuba, Jamaica, Guatemala y Haití, principalmente. El censo de 2001 reporta que en los Estados Unidos había 15 millones de latinoamericanos que no nacieron en ese país. De estos, dos millones eran centroamericanos. Las cifras son inexactas, debido al paso no registrado de miles de indocumentados. Cabe señalar que la vía de entrada a los Estados Unidos para los indocumentados de Centroamérica es a través de México, país de tránsito, donde las autoridades migratorias y el ejército, sobre todo en el sureste, cometen graves atropellos. Para muchos de estos migrantes el paso por México resulta un infierno. Para los caribeños, las rutas de acceso son cruzando el mar o a través de Puerto Rico y de las Islas Vírgenes, debido a que la política estadounidense es menos estricta con estos países.

La mayoría de los inmigrantes latinos se ha concentrado en los Estados de California, Nueva York, Florida, Texas, Illinois y Nueva Jersey y en las ciudades de Los Ángeles, Chicago, Nueva York, San Antonio y Miami.

Un factor de gran importancia en este proceso migratorio son las cuantiosas remesas que envían los inmigrantes latinos a sus familias. Culturalmente, las sociedades latinoamericanas tienen un arraigo muy fuerte a su núcleo familiar, lo que marca el carácter temporal de su estancia en los Estados Unidos y su preocupación por el apoyo económico que puedan otorgarles.

El impacto de estas remesas es más complejo de lo que se percibe en países con duras realidades económicas. Millones de destinatarios salen de su situación de pobreza gracias a este ingreso, que en su mayoría se emplea para gastos diarios, y en menor medida para el ahorro, negocios, educación, propiedades, entre otros. Para algunas naciones, representa la primera o segunda fuente de ingreso. Sin embargo, hay que apuntar que el impacto de estos ingresos es pasajero. Para solucionar el problema de fondo se necesitan reformas estructurales frente a la distribución desigual de la riqueza y acuerdos migratorios entre los países de origen y los Estados Unidos.

Un aspecto que llama la atención de la migración latinoamericana es la de los grupos indígenas de distintas naciones. “Es a partir de la década de 1950 que con la creciente expansión del capital nacional y transnacional las regiones rurales indígenas sienten el impacto de la alteración del mercado laboral e incrementan masivamente la migración campo - ciudad, comunidad – hacienda o agroindustria, comunidad - mercado laboral transnacional”. Estados Unidos ha sido el principal receptor de múltiples grupos de indígenas latinoamericanos. Tan sólo en California, se pueden distinguir: purépechas, chinantecos, mixtecos, zapotecos, triques, nahuas, otomíes, mayas, yucatecos, tzeltal, tzotzil, mam de los altos de Chiapas, de México; kankobales, quichés, kak’ chiqueles, ixil, de Guatemala; mismito y garífunas de Nicaragua y Honduras; quichua y quechua de Ecuador y Perú, y mapuches de Chile. Los estados con mayor concentración de migrantes indígenas son California, Oregon, Washington, Arizona, Texas, Florida, Georgia, las Carolinas, Illinois, Iowa, Colorado y Alaska.

El número de indígenas latinoamericanos es incierto, por falta de estudios al respecto. Un dato sería que en 1998, había en los Estados Unidos entre 130 000 y 250 000 indígenas mexicanos trabajando en campos agrícolas, empacadoras, plantas manufactureras y en servicios urbanos.

El viaje de miles de kilómetros a tierras desconocidas y a una sociedad totalmente distinta, es posible gracias a las redes comunitarias, regionales y étnicas entre el lugar de origen y las “comunidades hijas” en los Estados Unidos. Estos contactos ayudan a dar hospedaje y conseguir empleo a los nuevos llegados. La unidad y organización de estas comunidades etnolingüísticas, que enfrentan una fuerte discriminación hasta de sus connacionales, suele ser más fuerte que la de los grupos latinos no indígenas, logrando importantes avances como estaciones de radio trilingües y números 800 ofreciendo información gratis en sus lenguas autóctonas.

Por último, señalaremos otro aspecto de gran importancia de los inmigrantes latinos en los Estados Unidos. Se trata de las múltiples organizaciones sociales agremiadas por el origen nacional de sus integrantes. Estas, además de asesorar a los nuevos migrantes de cómo entrar y conseguirles trabajo, dan apoyo a su comunidad con la demanda de mejores servicios, acceso a la educación y servicios médicos, la defensa de derechos laborales, la búsqueda de espacios de expresión y la organización de festividades, así como la denuncia de atropellos.

Un ejemplo de la dimensión de estas redes organizativas son los movimientos de abril y mayo del año 2006, que buscan una reforma migratoria más justa y que se respete los derechos humanos de los migrantes.

Además de los nuevos proyectos de ley sobre el control de la migración, la administración del presidente Bush ha recrudecido el control de la frontera con el envío de la Guardia Nacional y con la posible construcción de un muro en la línea divisoria.

Conclusiones

Una de las olas migratorias que llegaron en las últimas décadas a Estados Unidos, es la miles de centroamericanos y caribeños que han salido de sus países por motivos económicos (desempleo, crisis económicas, devaluación), sociales y políticos (inestabilidad política, inseguridad, delincuencia, conflictos bélicos), entre los que sin duda destacan los grupos indígenas de la región. Como revisamos en este texto, el kilométrico desplazamiento de esos migrantes latinos ha implicado el envío de remesas, la formación de redes de ayuda y organizaciones sociales de apoyo a los migrantes, porque la mayoría de ellos son inmigrantes ilegales.

Autoevaluación

Instrucciones: Completa las siguientes frases tomando en cuenta lo que leíste en la asignatura.

ComunitariasLatinosRemesasJapónOchenta Vírgenes Indígenas EconómicoMovimientosMéxico

A todos los inmigrantes que tienen un mismo origen geográfico y un patrón cultural en Estados Unido se les llama: _____________

La mayoría de los motivos de los centroamericanos y caribeños para emigrar es de tipo: _____________

Los jóvenes del Caribe y Centroamérica emigran a Estados Unidos, Europa, Canadá y hasta _____________

Década en la que se incrementó la migración hacia Estados Unidos: _____________

País por el que pasan los centroamericanos para llegar a Norteamérica: _____________

Para ingresar a Estados Unidos, los caribeños atraviesan Puerto Rico y las Islas _____________

Nombre de las aportaciones económicas que envían los inmigrantes centroamericanos y caribeños a sus países: _____________

Particularidad social que tiene la migración latinoamericana desde la década de los cincuenta: múltiples grupos de _____________

Se les llama redes _____________ a los apoyos que los migrantes obtienen para llegar y permanecer en Estados Unidos.

Ejemplo de la dimensión e importancia de las redes sociales son los _____________ de 2006 para que se respeten sus derechos humanos.

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