Los mecanismos empleados para lograr su crecimiento fueron diversos: desplazamiento y exterminio de los grupos indios, invasión de colonos seguida de conflictos bélicos, anexión de países independientes y la compra de territorios a España, Francia, Inglaterra y México.

Un desarrollo económico distinto dividió al territorio estadounidense en dos regiones: el norte industrial, y el sur agrícola. A pesar de estas diferencias, que se reflejaron en sistemas de trabajo y proyectos de nación opuestos, la nación norteña se iba consolidando en el plano económico.