Introducción
Al inicio del siglo XX la migración se desarrolló bajo el mismo signo que la centuria pasada (XIX): desplazamiento de los ciudadanos de países europeos hacia el continente americano (sobre todo Estados Unidos y Canadá y en menor medida, Sudamérica) así como también a Australia y África, cada vez más colonizada y explotados sus recursos. Es decir, se trata, principalmente de migraciones motivadas por el factor económico; sin embargo, pronto los conflictos bélicos, persecuciones políticas y enormes desigualdades económicas y sociales entre los diferentes países, modificarían los ritmos de migración a lo largo del siglo XX.
Migraciones entre guerras
El estallido de la Primera Guerra Mundial trajo consigo fuertes movimientos de población que, en primera instancia, trataba de huir de los teatros de operaciones militares (en la propia Europa) o huía del continente europeo. Aquí el móvil cambia: ya no es económico sino político.
El final de la Primera Guerra Mundial implicó el reacomodo de los países beligerantes y una profunda crisis social, económica y política. El Tratado de Versalles, colofón del conflicto, no dejó de ser injusto para varios países, y en vez de concluir con la Primera Guerra Mundial, lo que hizo fue sentar las bases de la Segunda Guerra Mundial.
Un año antes del fin de la guerra, es decir, en 1917, tuvo a efecto la Revolución Rusa, que fue un momento importante de la historia del siglo XX, ya que por primera vez se establecía un régimen triunfante que se autoproclamaba socialista, que realizaba profundas transformaciones en ese sentido y que además, duraría varias décadas. Este acontecimiento conllevó movimientos migratorios, principalmente de gente que huía de la violencia o que se negaba a perder sus privilegios.
En 1929 sucede una terrible crisis económica que también implicó fuertes movimientos migratorios, en este caso por motivos económicos. Con el advenimiento del fascismo (Italia) y el nazismo (Alemania), los regímenes políticos de dichos países persiguieron población minoritaria y provocaron la salida de varios grupos sociales, como por ejemplo, los judíos.
La Guerra Civil Española, considerada por muchos como un ensayo de la Segunda Guerra Mundial, tuvo importantes repercusiones en México, ya que los republicanos derrotados tuvieron la posibilidad de asilarse en nuestro país. Muchos españoles llegaron a México gracias a las facilidades otorgadas por el gobierno de Lázaro Cárdenas. Esta inmigración a nuestro país fue verdaderamente trascendente, ya que llegaron aquí grandes pensadores y artistas que renovaron la cultura mexicana.
