El satélite es sin duda alguna el príncipe del periodo de la carrera espacial durante la Guerra fría. Con él se puede comenzar a explicar las comunicaciones espaciales, el desarrollo de los circuitos electrónicos; el desarrollo tecnológico de materiales, de diseño, de combustibles, y con todo esto, el cambio de costumbres y de consumo. El satélite prácticamente lo incluye todo.
Durante muchos años en México y en general en los países subdesarrollados la comunicación se dio por vía de microondas, mientras que las potencias se comunicaban a través del modernísimo satélite e hicieron llegar la comunicación a los subdesarrollados por el rudimentario microondas que era con el que contaban. Junto al lanzamiento espacial de satélites artificiales, la televisión fue la mancuerna que ha servido para modificar modos y costumbres del público en todo el planeta. Estrictamente hablando, la comunicación satelital sólo aprovechó sistemas ya existentes de audio, televisión, telefonía y transportes. Los entrelazó a través de alto desarrollo científico en investigación para la aplicación tecnológica en la creación de materiales superconductores, pues se pasó del cobre a la fibra óptica y actualmente se pretende llegar al superconductor cerámico. Se trata de materiales ultra-resistentes básicamente al calor pero también al medio ambiente en general, por lo que casi no requieren mantenimiento. Se desarrollaron combustibles de alta potencia que pusieron a los satélites en el espacio en la órbita terrestre.
