Las energías alternativas son energías basadas en fuentes naturales y renovables, que no producen contaminantes directos a la atmósfera. Las energías basadas en la biomasa y las caídas de agua, podrían considerarse energías alternativas, sin embargo, en la actualidad existe cierta polémica con respecto a éstas pues en la combustión de la biomasa sí se producen subproductos que pueden incidir negativamente en el entorno y las hidroeléctricas, que utilizan la energía de las caídas de agua, pueden alterar el ambiente por el tipo de infraestructura. Antes de iniciar con el estudio de este interesante tema, te invitamos a que revises el video:
Energía solar
En tu vida diaria, has utilizado la energía solar, a veces sin reparar en ello. Desde la aparición de la vida en el planeta, la energía proveniente del Sol fue parte vital del desarrollo de los seres biológicos y ha sido utilizada en el planeta para el mantenimiento natural de ciclos climáticos y biológicos.

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Para el uso humano, la energía solar tiene las desventajas de no ser constante y requerir sistemas de captación óptima. En cuanto a ventajas, son enormes con respecto a otras energías, ya que, es una energía gratuita y por lo menos en algunos miles de millones de años estará presente. Podría ser una alternativa inmediata en los casos en los que el costo de transporte de energía eléctrica que proveen las plantas tradicionales, rebasa al costo de dispositivos para la captación de energía solar.
En la actualidad varios proyectos ya se han llevado a cabo, aunque la contribución de consumo energético en la mayoría de los países es todavía incipiente.
Los usos más comunes de la energía solar, entre otros, son los siguientes:
- Calentamiento de agua en el consumo doméstico.
- Procesos de secado.
- Potabilización y destilación del agua.
- Calefacción y enfriamiento de los ambientes.
- Hornos solares.
- Bombeo de agua.
- Generación de cantidades moderadas de energía eléctrica.

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El Sol es una estrella común en nuestra galaxia. Por segundo radia un promedio de 1353 W/m2, cantidad conocida como la constante solar. Esta energía está distribuida mayoritariamente en el intervalo de 200 a 4000 nm (nanómetros) de longitud de onda antes de penetrar la atmósfera terrestre, y no toda la radiación llega a la superficie de la Tierra ¡aún con cielo totalmente despejado!
